¿Tiene ese compañero de trabajo gruñón con el que parece imposible llevarse bien? ¿Sientes que los desacuerdos obstaculizan las amistades? Es inevitable, todos nos encontramos con personas que no nos agradan y con las que no nos llevamos bien, o parecemos que no les agradamos. Pueden ser personas de nuestra escuela o lugar de trabajo, nuestros vecinos e incluso miembros de la familia. La inevitabilidad también ocurre con las personas que nos agradan; Habrá palabras y acciones de amigos que pueden dejarnos furiosos. ¿Qué podemos hacer cuando sentimos que estamos chocando con otros y queremos algo de paz?
Primero, establezca sus expectativas con precisión; Cuando tus expectativas no se alinean con la realidad, te sentirás negativo independientemente del resultado. Espere alguna imperfección, espere un compromiso, espere pasos hacia adelante y hacia atrás. Cuando haga esto, será más feliz, independientemente del resultado. Como parte de establecer expectativas correctamente, debemos reconocer que habrá personalidades y creencias que chocarán con las nuestras. Recuerda que puedes respetar la opinión de otra persona que sea diferente a la tuya sin comprometer tus propios valores. Cuando alguien tiene creencias e ideas diferentes, aún podemos llevarnos bien.
Es útil considerar las relaciones como inversiones. ¿En qué esfuerzos deberíamos invertir? Durante las conversaciones polémicas, sea curioso, haga preguntas y mantenga su criterio mientras escucha. En los desacuerdos, nos centramos demasiado en lo que la otra persona está haciendo mal o en qué se equivoca. Recuerda que tu perspectiva es 100% válida para ti, así como la perspectiva de los demás es 100% válida para ellos. Concéntrate en lo que tienes en común y en lo que la otra persona está haciendo bien. Cuando alguien te critique, trata de no tomártelo como algo personal. Es útil pensar: “esa es la emoción que habla”.
Hay momentos en los que nos cansamos del ciclo de ida y vuelta. Hacer el esfuerzo de llevarse bien con los demás mantiene la puerta abierta a un resultado positivo. Sin embargo, tomar la decisión de “tirar la toalla” deja la relación como está y no conducirá a mejoras.
Hay momentos, como cuando ocurre abuso o la seguridad se convierte en una preocupación, en los que es posible que necesitemos terminar la relación como una opción saludable para ambas partes.
Tómate un tiempo para considerar tus propios errores y asumir la responsabilidad de lo que puedes hacer mejor. ¿No es esto lo que esperas de los demás? Considerar nuestras propias imperfecciones puede ayudarnos a ser más comprensivos y pacientes con los demás. Llevarse mejor con los demás es un proceso que requiere un cambio dentro de uno mismo. Preste atención a sus expresiones faciales, tono y volumen vocal, lenguaje corporal y cualquier otra microexpresión. La gente reaccionará ante ellos; en lugar de eso, bríndeles una razón para sentirse respetados, comprendidos y tranquilos.
¿Necesitas hablar con alguien pero esperas que todo salga mal? Inicie una conversación con el tono adecuado. Empiece por ser cortés. Haz un cumplido. Una sonrisa amable puede hablar más que las palabras. Configure la conversación para que tenga éxito desde el principio.
Hay ocasiones en las que nuestros mejores esfuerzos no mejorarán la conexión. Considere los beneficios de tomar un descanso, establecer límites o hacer que intervenga un tercero.
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